martes, 10 de junio de 2014

LA EDAD ANTIGUA POR LABERINTOS COMO CALLES

En la Edad Antigua había un niño musulmán llamado Lisbaí al que le encantaba corretear por las calles, hasta que un día se perdió y como no sabía volver, continuó recto y llegó a un pueblo Cristiano llamado Burgos. 
Al verlo, lo acogieron rápidamente y lo arroparon y lo cuidaron como si fuera de los suyos.
Cuando se hizo un muchacho, les preguntó a sus "padres" que si eran sus verdaderos padres o tenía otros en otro lugar, y ellos le contaron la verdad. Al saberlo les dijo que iba a seguir con ellos pero que primero iba a conocer a sus verdaderos padres.

Al día siguiente, le preguntó a su novia que si se iba con él y ella le dijo que sí.
Emprendieron el camino y cuando llegaban a territorios poblados iban preguntando que si había un niño desaparecido hasta que dijeron que sí. Y los llevaron hasta la Alcazaba de Málaga donde se encontraban el califa y su mujer.
Lisbaí le preguntó al califa que si tenía un hijo perdido llamado Lisbaí y el contestó que sí. Entonces se lo explicó todo a su padre y a su madre.
Su novia Natalia y él fueron a visitar el pueblo a ver si recordaba algo y, de repente, apareció su mejor amiga que al verlo se dio cuenta de que era él. 
Les dijo a sus padres ya sus amigos que se lo contaría a sus otros padres y a la familia de Natalia que si querrían mudarse a Málaga.

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